Trabajaba en un semanario (El Economista), con cierre los días jueves (de la edición tradicional) y los viernes (de la online, mi responsabilidad).
Recuerdo que pedíamos una cheesecake que estaba hecha de Mendicrim... Un viernes comí un poco de la torta del día anterior.
Con la presión del cierre me fue dando dolor de cabeza.
No entendía bien, pero me latía. Eructar constantemente me calmaba... Hasta que quise vomitar.
El recuerdo más fuerte de ese momento es el gusto a Mendicrim en la boca. Desde entonces cuando pido cheesecake me aseguro de que no esté hecha con ese queso blanco.
The Healing Power of Holding Hands: Insights from Neuroscience on Pain
Relief
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There’s something powerful about human touch when you’re hurting. As a
neurologist, I see every day how a gentle hand squeeze from someone you
trust can sh...
Hace 15 horas
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